Si estás pensando en refinanciar alguna deuda es mejor que sigas leyendo este artículo para poder tomar una buena decisión.
Al refinanciar, estamos cancelando un préstamo existente o antiguo por uno nuevo; de esta manera podremos pagarla con mayor comodidad.
Si te estás preguntando, ¿cómo refinanciar mis deudas? Déjame ayudarte.
Hay varias opciones a la hora de llevar a cabo una refinanciación, y cada una de ellas se adecua a situaciones diferentes.
- Reunificación: mediante un solo préstamo, pagar otros préstamos o créditos anteriores agrupados en un único pago mensual de menor cuantía. Esto conlleva comisiones elevadas, intereses y plazos mayores y gastos de asesoramiento.
- Novación: cambiar las condiciones con la entidad financiera con la que tengas el préstamo, como el tipo de interés, la ampliación de capital o el plazo de amortización.
- Subrogación: cambiar de entidad en el supuesto de que tu banco no quiera negociar. Así, traspasamos la deuda a una nueva entidad que mejorará las condiciones.
Por si, finalmente, decides seguir adelante con este proceso, te comentaré las ventajas e inconvenientes que tiene.
Una refinanciación cuenta con las siguientes ventajas:
- La cuota mensual disminuye
- Cuota única, un solo pago cada mes
- Plazo de amortización adaptado
Como no todo puede ser bueno, como inconvenientes:
- Aumenta el pago de intereses
- Las comisiones se ven incrementadas
- Riesgo de impago: si el plazo está por vencer no es recomendable unificar el pago.
Por otro lado, quizás te interese saber que los bancos están concediendo refinanciaciones sin aval y proponiendo en su lugar a un cotitular. Es decir, incluyendo en el préstamo de reunificación a una persona cercana a ti, como puede ser tu pareja u otro familiar con el que convivas.
Asimismo, hay que mencionar que, actualmente, muchas empresas están optando por la refinanciación avalada con líneas ICO con el fin de evitar el concurso de acreedores.
REFINANCIACIÓN DE EMPRESAS EN EL AÑO 2021
Dichos acuerdos son pactados entre el deudor y sus acreedores, ampliando los plazos, el crédito o alguna de sus obligaciones. En este sentido, se debe tener en cuenta que hay que acreditar que se podrá responder a un plan que permita que la actividad continúe a corto o largo plazo.
En definitiva, se trata de una negociación eficaz en las que ambas partes deben estar de acuerdo con las condiciones y obligaciones a las que se comprometen, con el fin de saldar la deuda ofreciéndole facilidades al prestatario.
