La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), ha llevado a cabo la creación de CreCEPYME, una impulsora de PYMES para desarrollar su crecimiento empresarial en el que las grandes compañías se posicionan como mentoras a disposición de las pequeñas y medianas empresas, compartiendo con ellas su experiencia, aporte de ideas e innovaciones de cara al futuro.
Esta iniciativa despega precisamente en un momento clave para las empresas, en los primeros momentos cuando comenzamos a observar los primeros signos de recuperación económica tras la crisis sanitaria por el virus del COVID-19, y cuyo objetivo es el del crecimiento exponencial en tamaño del tejido empresarial español. La finalidad del proyecto es la de ayudar a las PYMES a encarar el futuro con conocimientos y herramientas innovadoras y disruptivas en áreas como la experiencia, la digitalización, la gestión de clientes, el medioambiente, la comunicación, el talento, la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), el Internet de las Cosas, la estrategia y la Inteligencia Artificial. En el programa las empresas participativas son generalmente medianas empresas con gran potencial de crecimiento, y que forman parte del índice CEPYME500, una iniciativa en la que, de forma anual, se selecciona a las 500 PYMES líderes en crecimiento empresarial, tanto por su capacidad para generar valor añadido, como por sus resultados en los factores de empleo, innovación y proyección internacional. En la primera edición de CreCEPYME estuvieron presentes empresas tales como Samsung, Facebook, Banco Santander, Google o Amazon, las cuales han sido las mentoras de las PYMES en su proceso de crecimiento. De este modo, el programa trata de identificar y romper aquellas barreras que, en la actualidad, impiden el correcto desarrollo inicial de las PYMES.
Falta de estrategia a medio plazo
Sea por falta de tiempo, como por falta de planificación o enfoque excesivo en el día a día de manera exclusiva, o pobre en recursos, especialmente capital humano, dificulta la elaboración de una estrategia a medio plazo y visión a largo plazo, y por ende la puesta en marcha de nuevos proyectos de innovación. Asimismo, destaca el desconocimiento en herramientas básicas para un correcto desarrollo, las conocidas como metodologías ágiles (Agile, Scrum, Lean Startup, Design Thinking, etc.)
Por otro lado, un freno ante el crecimiento a considerar seriamente es, de entrada, el coste de la puesta en marcha de nuevos proyectos, o la mejora de los actuales, cuyo gasto puede ser una inversión con un retorno a medio y largo plazo, algo complicado de entender para empresas con menor capacidad de recursos en caso de no medir bien cuál será el retorno esperado, así como formación y falta de perfiles especializados capaces de desarrollar proyectos técnicos y digitales, lo que se traduce en un freno directo para el crecimiento, y concretamente la formación digital sigue resultando demasiado básica y compleja al mismo tiempo, sobre todo en aquellas PYMES que tienen tecnologías o métodos más retrasados que la media debido a las barreras internas, desarrolladas mismamente por la propia plantilla.