La productividad de las personas que trabajan en tu empresa depende directamente de su motivación. No hay duda de que un aumento de sueldo es un buen incentivo… pero no siempre es posible… no nos olvidemos de la etapa tan dura que están pasando la gran mayoría de las pymes de nuestro país. Por ello, la retribución flexible es una gran alternativa para mejorar las condiciones de tus trabajadores sin que suponga un coste para tu empresa.
La flexibilización en la retribución permite que los empleados puedan sustituir parte de la remuneración dineraria por rentas en especie. Si bien hay que tener en cuenta ciertos requisitos y límites legales, lo cierto es que, por lo general, estas rentas son fiscalmente ventajosas.
Podríamos decir que se trata de una estrategia win-win: tus trabajadores ven incrementado su salario neto sin que suponga un mayor coste en la masa salarial de tu empresa. Y todo ello bañado de mayor motivación, mayor productividad y mayor compromiso.
A todo esto, hay que añadirle una posibilidad muy ventajosa que conviene valorar: la personalización. Es decir, que el trabajador pueda decidir qué servicios de los que la empresa pone a su disposición se adaptan más a sus necesidades. Se trata de algo realmente importante, ya que las circunstancias y preferencias de cada uno son totalmente distintas. Por ello, la empresa debe interesarse por conocer las prioridades de sus trabajadores y configurar un buen plan de retribución flexible para, así, beneficiarse plenamente de este sistema.
En este sentido hay que resaltar que, en base a los últimos acontecimientos, las inclinaciones de los trabajadores han cambiado: el seguro médico ha ganado posiciones frente a los vehículos o los tickets restaurant. Asimismo, las oportunidades formativas siempre son atractivas para ambas partes.
En definitiva, la retribución flexible es una buena herramienta para atraer y retener el talento, no dudes en informarte para diseñar tu propia estrategia.